La vida es demasiado corta para vivirla en piloto automático. ¿Cuándo fue la última vez que realmente te permitiste desconectarte? ¿Dejar tus pensamientos, preocupaciones y dispositivos en casa y simplemente dejar que tu mente divague? Una sesión de retratos puede ayudarte a lograrlo. También puede ayudarte a descubrir nuevos rasgos y características hermosas que no conocías. Las fotografías suelen tener un poder curativo. ¡Tienes que probarlo al menos una vez!